Descripción |
Fumigador de carretilla, con motor de gasolina, de tracción humana y concebido para ser llevado por una persona, fabricado en 1954 por la firma comercial Kiekens Dekker, empresa holandesa que empezó a fabricar los primeros nebulizadores, aparatos que convertían el líquido en gas, en 1946 y, en los años siguientes, patenta su marca en numerosos países del mundo. España, en su afán por modernizarse, adquiere aparatos de este tipo a través del Ministerio de Agricultura, tal y como se lee en el depósito de otros fumigadores de la misma tipología existente en el museo. Esta pieza en concreto, donada al museo por la Escuela Técnica de Ingenieros Agrónomos de Madrid, es un espolvoreador, que sirve para aplicar insecticida o fungicida en polvo, sobre todo azufre. Se destinaba a la lucha contra plagas en encinas u olivares y contra la langosta.
|